Haz la prueba!
¡Haz la prueba!
A la hora de probar un perfume, ¿eres de esas personas que solo lo hace sobre un secante (las tiras de papel que encontramos en las perfumerías)? ¡Error! Sobre todo cuando se trata de la fragancia que te gusta, es mejor hacer la prueba definitiva sobre nuestra piel, que es cuando el perfume se percibirá en todas sus facetas. Es decir, evoluciona y podemos ir más allá de la primera impresión de las notas de salida. Pero, ¿qué significa eso?
Según los expertos cuando olemos una fragancia, primero detectamos las notas de salida, que son las moléculas más volátiles y, por ello, las que se liberan de forma más rápida. “Son las que dejamos de oler al cabo de unos minutos debido a su volatilidad. Son, por ejemplo, los cítricos"
“Después percibimos con más claridad las notas de corazón, que permanecen en nuestra piel incluso horas. Son las de flores o frutas, por ejemplo"
Por último, aunque están presentes durante el primer momento, olemos claramente las notas de fondo, que al ser moléculas más grandes y pesadas tardan más en liberarse pero pueden permanecer en nuestra piel incluso días”.
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